lunes, 21 de septiembre de 2009

“Omnilife para ser, hacer y tener”


Noé Gómez Balcázar, (1962) DMI Mayorista Oro, encontró en esta empresa la mejor posibilidad de desarrollo; siempre ha estado cerca del éxito, pero en Omnilife halló algo mejor: uno que puede compartir.

Desde siempre me interesé por el desarrollo personal en diferentes planos. Con Omnilife logré cristalizarlos todos, es aquí donde consigo llevarlos a cabo. Aquí puedo desarrollar el ser, el hacer y el tener. Tengo todas las posibilidades, las he encontrado para crecer en cada una de ellas de una manera muy exitosa.
Estudié medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México, y eso me ha ayudado a saber que los productos de Omnilife son los mejores; es lo que puedo compartir a los demás. Es lo que me ha ayudado a ser una mejor persona y la verdad es que ahora sé que puedo ser, hacer y tener más gracias al lugar donde estoy.

EL INICIO
Conocí Omnilife porque era muy delgado, demasiado. Llevaba una vida muy ajetreada: estudié la carrera de medicina, después música, enseguida especialidades relacionadas con la medicina. Desarrollé investigaciones en biomédica. También me di tiempo de profundizar con la guitarra clásica y música antigua. En mi día iba de un lado a otro desde muy temprano hasta el anochecer y tenía una muy mala alimentación. Estaba muy débil, así que me quedaba dormido en cualquier lugar. Un día me hablaron de los productos; decidí probarlos y los resultados fueron casi inmediatos, por eso mi decisión de estar con Omnilife fue mas fuerte. Lo primero fue mi resultado : recuperé la masa muscular, mucha vitalidad, desapareció el cansancio; antes salía a gatas del hospital luego de consultar, muy cansado, exhausto. Con los productos comencé a sentirme con mucha energía y empecé a compartir los resultados con las personas.

La combinación de mi resultado, así como el de la gente a la que le compartí los productos fue lo que me convenció. Ellos estaban mejor, crecían y todos obteníamos resultados. He tenido muchas casos de gente que ha superado algunos problemas muy complicados de salud, de economía o crecimiento personal. Estudiar medicina creó paradigmas, certezas de la ciencia médica porque trabajé mucho en Inmunología y Bioquímica. Pero eso mismo me ayudó a saber de los nutrientes de los productos de Omnilife, y siempre ha sido claro que el cuerpo humano los necesita, todos sus órganos. Omnilife los tiene. No me costó mucho trabajo entenderlo. Hay que tener la mente abierta. Ningún médico se toma los fármacos que receta para saber lo que se siente; Omnilife no son medicamentos, sino nutrientes, y por supuesto que puedo probados para experimentar los beneficios que brindan al cuerpo; con ellos y mi experiencia, con certeza sé los resultados que he obtenido, y puedo recomendar ampliamente Omnilife en todo lugar.

Los testimonios me han ayudado muchísimo, los vivo y no los olvido, son una base muy importante sobre la que se cimienta mi labor. Hay gente quisquillosa que quiere saber desde otra perspectiva: lo que dice la etiqueta, qué significa, qué es, etcétera. Pero el conocimiento desde los testimonios es maravilloso, es muy rico compartir y enseñar. Los productos de Omnilife son verdaderas obras maestras de salud nutricional, no hay mucho más que decir.

POSIBILIDADES SIN LÍMITES
Después de todo me hacía falta el desarrollo económico (ahora promedio siete u ocho mil dólares mensuales). Quiero formar equipos fuertes que se desarrollen mejor. Lograr metas, sostenerlas e incrementadas. Antes estaba muy contento con la investigación y el estudio, la vida profesional, pero en Omnilife existe una posibilidad ilimitada de ingresos económicos. Una cosa es conocer esas posibilidades, y otra es aplicarlas. Lo maravilloso de Omnilife está en ayudar a más personas. El contacto con la gente me ha ayudado mucho, antes era muy poco sociable, retraído e introvertido. No interactuaba con estratos sociales diversos, estaba más bien encasillado. Con Omnilife ando como don Quijote andante; he caminado en muchos lugares, he conocido muchos sitios de la ciudad de México y otros estados, todo eso me ha ayudado a desarrollar una conciencia social muy importante, de gente que se ha superado, de casos de personas que no tenían ni para comer. Me siento muy satisfecho de lograr una mejor relación familiar, comparto más tiempo con mi esposa Eloísa, y mi hija, Aline, gracias a que soy dueño de mi tiempo. A veces las profesiones separan mucho a la gente de su familia, ya no es más mi caso.
Todo ello se logra con base en la constancia. Para mí cada semana es un ciclo. Martes, jueves y sábados ya se sabe lo que hay que hacer. Cada mes hago un seminario para enseñar a ser constantes y productivos. El secreto es ser productivo y constante a la hora de armar tu organización, hago mucho seguimiento y atiendo a los novatos con los que trabajo, agendo reuniones con ellos. El negocio se hace sobre la marcha. Siempre estoy prevenido para compartir, trato de identificar quién me necesita, es fácil reconocerlo en cualquier lugar porque soy muy observador, el rostro demuestra cómo nos encontramos todos. En todo sitio hay personas. El ser, hacer y tener están muy claros, y voy por ellos. Omnilife es la mejor ruta para llegar a ellos.